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El lobo vuelve a la palestra política con el nuevas críticas a la Xunta de Galicia por su gestión. Los partidos de la oposición llevaron el tema al Parlamento mientras Adega también hizo su valoración sobre la situación actual.

PSOE

La Comisión de Agricultura del Parlamento aprobó una propuesta presentada por el PP que incorporó finalmente una transacción incluida por el Grupo Socialista para pedirle a la Xunta que actualice y pague en plazo las ayudas para prevención y por daños ocasionados por el lobo.

Seco llamó así al ejecutivo autonómico a “actuar seriamente con ayudas para prevención suficientes, para que los daños provocados por esta especie sean menores y que sean reparados a tiempo, sin demoras insoportables y con fondos suficientes para compensar a los ganaderos”. Llamó así a la intervención del gobierno gallego para garantizar la convivencia de esta especie, fundamental para lo equilibro de la fauna, con la ganadería extensiva.

El portavoz de ganadería del Grupo Socialista, Martín Seco, fue el encargado de presentar esta enmienda en la que emplaza al gobierno gallego a “liderar, junto con Asturias, Cantabria y Castilla y León, la estrategia nacional para la conservación del lobo”. Y elabore un nuevo Plan del Lobo consensuado entre las asociaciones en defensa del lobo, ganaderos y veterinarios, en el que participen los expertos en esta especie del comité técnico constituido recién.

Además, le reclama al gobierno gallego que actualice los censos poblacionales y elabore un nuevo mapa de presencia del lobo en Galicia, suplementando el presupuesto de 2021 para prevención y daños ocasionados por esta especie.

El responsable socialista recuerda que los últimos censos oficiales de la especie son de hay más de 5 años, mientras el plan de gestión se remonta al año 2008, cuando el gobierno gallego estaba presidido por el socialista Emilio Pérez Touriño, por lo que “debe adaptarse a los tiempos actuales y a los avances técnicos existentes.

BNG

El BNG defiende la necesidad de proteger el lobo, dando cumplimiento además la un mandato legal internacional, y compatibilizar esta protección con la de los sectores económicos que desarrollan su actividad en medio rural, especialmente lo de la ganadería, a través del despliegue de un conjunto amplio de medidas y recursos destinados a la prevención y a la compensación de los daños que ocasiona esta especie.

Así lo defendió en comisión parlamentaria el portavoz nacionalista de Medio Ambiente, Luis Bará, quien recalcó que el debate sobre el lobo está sometido la “altas dosis de populismo, manipulación, oportunismo y alarmismo” puesto que se está desarrollando una campaña que denominó de “ lobofobia” pretendiendo convertir a este animal “en culpable de todos los males del rural”. “El problema no es el lobo, el problema es la falta de medios de ayuda de la Xunta y del resto de gobiernos para la ganadería, sobre todo para las 2.400 explotaciones que trabajan en extensivo; en definitiva, una muestra más del abandono del medio rural”, recalcó.

Bará recordó que la protección de esta especie es un deber derivado del contexto legal internacional (según el convenio de Berna y directiva comunitaria) y que la mayor parte de los países europeos ya tienen desarrollada su protección, incluido el país vecino Portugal, que desde 1990 le otorga el máximo grado como especie protegida en peligro de extinción. “A ustedes les preocupa que el lobo pase de ser especie cinegética amparada por la ley de caza a especie protegida amparada por la ley de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad”, reprochó al grupo parlamentario del PP, para a continuación subrayar “porque esto va a tener consecuencia penitenciarias, sobre todo sobre esos más de 200 lobos que cada año se matan ilegalmente con distintos métodos”.

Después de afearle también la falta de desarrollo e incumplimiento del Plan de Gestión del Lobo de 2008, el portavoz de Medio Ambiente propuso acometer correctamente la protección de la especie con un nuevo plan o con el cumplimiento y actualización del de 2008. “El lobo debe estar en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial ( LESRPE) y también en el listado gallego previsto en la Ley de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad”, explicó después de reclamar un estudio de investigación (el último es de 2015) para obtener una radiografía correcta de la situación del lobo en Galicia.

ADEGA

El colectivo ecologías Adega asegura que los datos oficiales de los censos de lobo indican que en las últimas décadas a población de esta especie en Galicia está estancada, y desacreditan que su población haya experimentado un incremento en el territorio. Indica también que el Dictamen del Comité Científico del Ministerio de Transición Ecológica recomienda la inclusión de todas ellas en el Listado de Especies Silvestres en régimen de Protección Especial.

Adega está convencida de que la inclusión del lobo en la Lesrpe será positiva para la protección de la especie, lo cual no tiene por que resultar negativa para las explotaciones ganaderas “siempre y cuando la Administración asuma su responsabilidad de propiciar recursos e instrumentos necesarios y acomodados para tal fin. Además, después de décadas de caza (legal e ilegal) del lobo en Galicia queda demostrado que esta medida resultó infructuosa para solucionar el problema”.

Consideran que la incorporación en el Listado Lesrpe resulta preciso para proporcionar un mejor marco normativo que proteja la especie, pues la actual gestión que de ella se hace en Galicia para nada es ejemplar y, por el contrario, ofrece dos balances muy negativos:

1. La mortalidad elevadísima por prácticas furtivas. Existen comportamientos alarmantes que quedan en una impunidad total por quien comete este delito (caza ilegal en esperas específicas, caza ilegal durante batidas de jabalí y zorro, lazos, venenos). Desde Adega estiman que anualmente se matan entre 200 y 300 ejemplares por la caza furtiva, tantos como vendrían naciendo.

2. Poca atención e insuficientes recursos para las explotaciones ganaderas que sufren ataques de lobo. ” Eis aquí donde radica la verdadera polémica generada alrededor del lobo. El problema no es el lobo en sí mismo, pues este forma parte de nuestro patrimonio natural y es un legado que debemos preservar en las mejores condiciones. En el fondo de la cuestión radica la ausencia de una Administración que esquiva su responsabilidad de proporcionar instrumentos y #medida suficientes y efectivas en esta materia. Esta debería ser la principal exigencia de aquellos que rechazan tan enérgicamente que el lobo deje de ser especie cazábel”.

Añaden que la inversión destinada por la Xunta para a indemnizaciones de daños por ataques de lobo desde el año 2004 hasta el día de hoy “ilustra claramente el niño esfuerzo que hace la Administración autonómica para proporcionar soluciones efectivas y atender las necesidades de las explotaciones ganaderas expuestas la esta problemática”.