Estos parques eólicos, dicen, están proyectados en la montaña galaico-leonesa “que alberga un conglomerado de espacios de la Red Natura 2000 con alto valor ambiental”. En la documentación remitida en el período de consultas, la Sociedad Gallega de Ornitología deja constancia “de la necesidad de una evaluación ambiental estratégica de todos estos proyectos, que suponen en su conjunto un gravísimo impacto ambiental con efectos acumulativos y sinérgicos que ocasionarán una severa afectación a la diversidad de fauna, flora, hábitats y paisajes presentes en este área de alta diversidad biológica en el contexto ibérico”.
En la zona se encuentran, recuerdan, “algunas de las especies de grandes vertebrados más amenazadas de Europa y cuyas áreas vitales trascienden a los espacios protegidos que se sitúan alrededor de las zonas de implantación de los parques eólicos y solares”.
Entienden que la afectación de cada parque y sus infraestructuras asociadas no debería contemplarse de manera independiente, e instan a declarar la montaña galaico-leonesa como “área de exclusión de parques eólicos” o, de no hacerlo, cuando menos “establecer una evaluación ambiental conjunta antes de aprobar cualquier proyecto de ámbito estatal o autonómico”.
