El Oso de Salcedo no faltó este año a su cita. Como cada lunes de Carnaval, alrededor de las cinco de la tarde, ataviado con pieles de cordero y campanas, recorrió las calles de la aldea de Salcedo, en A Pobra do Brollón. Pero este año, debido a la covid, no iba acompañado de los criados, ni había tampoco una multitud a la que perseguir para teñir de ceniza.
La asociación de vecinos de Salcedo decidía, casi desde principios de año, no convocar este año ninguna actividad con público, por seguridad. Pero, el oso, el protagonista de una de las citas más concurridas del Carnaval en la Ribeira Sacra, no podía faltar. “Bajó discreto para ser responsable. Bajó para decirles a las vecinas y vecinos que llega la primavera y, aunque este año no pudieran ofrecérsele, él va cumplir el trato y a traer buenas cosechas, entre otras cosas. Nuestro Oso entiende que los tiempos son los que son. Y se va contento con la esperanza de llevar doble ración el próximo año”, dicen desde la asociación.
Las medidas y restricciones adoptadas por la actual situación sanitaria impidieron llevar a cabo las tradiciones del Carnaval en los ayuntamientos del sur de la provincia: la bajada el oso de Salcedo, el Carnaval Ribeirao, con sus volantes y peliqueiros, con los mecos y los oficios, las figuras de los jueves de comadres y compadres e incluso los habituales desfiles de disfraces y comparsas en cada ayuntamiento de la comarca. Todo cambió pero, con representación casi en solitario como la del oso, o con originales iniciativas vecinales desde las propias casas, lo cierto es que el espíritu del Carnaval consiguió mantenerse muy vivo este año en la Ribeira Sacra.
Ayuntamientos como O Saviñao, Bóveda, A Pobra do Brollón y Taboada apostaron además por trasladar los concursos de estas fechas a la red, con una excelente acogida entre los vecinos y vecinas. En los próximos días se irán dando a conocer los ganadores de los certámenes de este Carnaval atípico, con la esperanza de que el próximo año todo vuelva a ser como era.
