Alberto Geada, el último zoqueiro de la provincia, lucha por convertir su oficio en patrimonio cultural inmaterial de Galicia.
El zoqueiro trabajando ante una muestra de sus piezas
Por Claudia López
La zoca tradicional acompañó durante siglos a gallegos y gallegas por aquellos caminos de tierra en los que su madera les protegía de la humedad y del frío. En la actualidad, su renovación les hace aparecer en pasarelas, cine o danzas, convirtiéndose en un bien cultural y artístico de la comunidad. Alberto Geada trabaja para que este calzado no pierda valor en el tiempo. El mariñao es el último zoqueiro de la provincia, una profesión que le ven de familia: “Mi padre se dedicó toda la vida a hacer zocas y yo me vine en la necesidad de seguir con el oficio, porque sino quedaría en el olvido”.
Para el artesano, es clave que las administraciones locales luchen por conservar su patrimonio cultural, “intenté buscar diferentes vías de promoción y fui bastante afortunado porque siempre tuve buena relación con los Ayuntamientos. Son verdaderamente motores de inicio y arranque, deben estar al tanto de se hay alguien que este a hacer un trabajo tradicional y darle todos los recursos para que eso siga hacia delante”.
Geada lleva desde los 16 años recuperando piezas y herramientas para reactivar a labor, “las técnicas antiguas de trabajo estaban prácticamente perdidas, ahora hay que utilizar esa magia para innovarlas. Antes no había otro calzado, andabas en zocas o descalzo. En la actualidad hay que conseguir adaptarlas a la vida, convertirlas en una obra de arte, un producto prestigioso de la cultura tradicional”. Para conseguirlo, Alberto está inmerso en un proyecto ambicioso en lo que cuenta con asesoramiento jurídico: pretende conseguir el reconocimiento de patrimonio cultural inmaterial de Galicia para la profesión de zoqueiro. “Cuento con un abogado que me está ayudando a hacer los trámites, miramos la solicitud y estuvimos hablando con la gente de Cultura que nos está informando. Estamos completando el papeleo y esto ve para adelante”.
Alberto Geada, con una zueca de caña
Un proyecto muy ambicioso e importante de cara a la conservación de la tradición y cultura gallega, para lo cual están pidiendo apoyos, “nos encontramos en la búsqueda de un patrocinador, yo trabajo de manera altruista y esa ayuda nos permitiría acudir a promociones por todo el mundo. Me gustaría poner las zocas en el punto más alto que se pueda, mi trabajo es observado desde Europa por países como Holanda y Francia y en América Latina”. Desde varias regiones latinoamericanas a Geada se le propuso hacer una gira por los lugares que guardan estrecha relación con Galicia, y aunque todo se paró por la pandemia, confía en que “dentro de todas las cosas malas siempre sale algo bueno . Ahora la sociedad está cogiendo un ritmo diferente de vida espero que esto ayude a reactivar sectores que estaban apagados”.
Recientemente el zoqueiro de la provincia recuperó una zoca de caña en A Pontenova, “es una zoca estupenda, estuve buscándola durante mucho tiempo. Fue muy importante para la pesca, es la catiúsca o bota de goma primitiva. Se utilizaba, como ahora, para que no había entrado agua”. Esta y muchas otras zocas se podrán encontrar en su exposición en Mondoñedo en la que la entrada ahora mismo es gratuita. “En el museo se encuentran los modelos más importantes de Galicia, todos y cada uno de los modelos tienen mucha historia, cuentan la vida de los límites geográficos del territorio. El edificio en el que se encuentra el museo es impresionante, un antiguo palacio del siglo XVIII. En él se podrán ver varias exposiciones, la sala de las zocas, la del calzado de madera internacional y la de nuevas creaciones. Cualquier persona que quiera visitarlo puede contactar conmigo o pedir información en la oficina de turismo de Mondoñedo. Está abierto todos los días por las mañanas y está acondicionado para que pueda acceder todo el mundo”.
