Adjudicada la restauración de la iglesia de San Vicenzo de Pombeiro

Iglesia de San Vicenzo de Pombeiro

La Xunta de Galicia ha adjudicado los trabajos de restauración, conservación y mantenimiento de la iglesia de San Vicenzo de Pombeiro, en Pantón, por más de 260.000 euros. Se trata de un templo declarado Bien de Interés Cultural (BIC), que constituye uno de los monasterios más relevantes de la Ribeira Sacra en la época medieval y está considerado cómo una de las joyas del románico en Galicia.

Con la actuación que ahora se va a ejecutar se pretende reducir la presencia de humedades y la entrada de agua a través de la cubierta del templo, así como mejorar la carpintería de las ventanas, el estado de los imafrontes, la sacristía o el acceso a través del atrio.

Así, los trabajos, que impulsa la Consellería de Cultura, Educación y Universidad, supondrán la sustitución de la actual cubierta, la eliminación de humedades en las bases de los muros y la ejecución de nuevas carpinterías en las ventanas que garanticen la ventilación. De igual modo, se renovarán los imafrontes exteriores, se reordenará el espacio de la sacristía, sustituyendo la puerta de entrada y cierre, y se renovará la pavimentación del espacio del atrio para facilitar el acceso.

El plazo de ejecución de los trabajos será de seis meses desde el inicio de las actuaciones.

RETABLOS DEL SIGLO XVIII

La iglesia de San Vicenzo de Pombeiro, al igual que otros monasterios de la zona, tuvo sus orígenes en el alta Edad Media, cuando los anacoretas poblaron las tierras de la Ribeira Sacra. En concreto, fecha del último tercio del siglo XII y de la primera mitad del siglo XIII. Cuenta con una planta basilical de tres naves y cabecera triple. De fábrica románica, conserva la cabecera y parte de los muros perimetrales de las naves, tanto al interior como al exterior.

En su interior atesora elementos muy destacados, como el conjunto de retablos, especialmente el mayor, de principios del siglo XVIII, vinculado al taller de Francisco Castro Canseco, y el ciclo de pinturas murales que se descubrieron en el 1996, que fueron restauradas por la Xunta a través de la dirección general de Patrimonio cultural y que representan la Santa Cena, las lamentaciones sobre el cristo muerto, el juicio final así como otras escenas como el nacimiento de cristo o Santa Ana.