Álvaro Arrojo -sentado delante a la derecha- con el resto de la directiva de la asociación Val de Láncara
En el año 1992 nacía la Asociación Cultural Val de Láncara, con el ánimo de dinamizar la vida social y cultural del municipio. El éxito de eventos como la malla o la entrega de premios ‘Facer país’ dieron fuerza a este colectivo que, en plena pandemia, apostaba por renovar, por vez primera, su directiva. Un grupo de jóvenes tomó el pasado año el relevo con la idea de mantener el legado de sus antecesores. Ilusión y nuevos proyectos no les faltan.
Hablamos con Álvaro Arrojo, tesorero de la asociación.
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