Desde el BNG se ven de manifestar “su indignación” al ser conocedores de que el ayuntamiento de Outeiro tuvo que devolver a la Xunta más de la mitad de una subvención de 12.000 euros que tenía concedida, dado que el importe del cueste del servicio ya había sido cubierto con las tasas que les cobra a las personas usuarias.
Concretamente, del total de los 12.000 €, el ayuntamiento ya recibida el Ayuntamiento como adelanto 9.000 €, teniendo aun así que devolver más de 3.000 de esos porque no se podían justificar los gastos, pues lógicamente la Xunta no puede subvencionar lo cueste de un servicio, una vez que este está cubierto con las aportaciones en forma de tasas de las personas usuarias. En total, lo que tuvo de devolver y lo que dejó de percibir suman 6.660 euros.
“La cuestión es muy clara, el alcalde multiplicó las tasas que cobra la este servicio, prefiriendo que lo pagara la gente de Outeiro antes que gastar el dinero de la subvención que le daba la Xunta la tal efecto. Simplemente, no lo podemos entender…”, continuó el concejal del BNG.
Afán de recaudación en tiempos de pandemia
Esta subida desmesurada de las tasas del servicio de conciliación familiar viene encuadrada en una subida generalizada de los impuestos y tasas municipales en el ayuntamiento de Outeiro de Rei.
Hay que recordar que solo en el último año el ayuntamiento de Outeiro subió un 20% la tasa del agua, un 40% la de la basura, recalificou con un auténtico catastrazo todas las parcelas que están en los núcleos rurales (por la que va a recaudar más de 500.000€) y creó una tasa de retirada de árboles cuando caen a las pistas municipales.
Todo esto se debe la gestión económica que está siguiendo el alcalde, que hace que el ayuntamiento se esté quedando sin liquidez y que no dé pagado las facturas, teniendo alguna retrasadas más de un año debido la este motivo.
Doble financiación de los servicios
Visto lo que aconteció con esta subvención, desde el BNG se llevará a cabo un trabajo de investigación para comprobar que esto mismo no ocurre en otros casos, como por ejemplo en la construcción de algunas líneas de saneamiento, polvos las pocas que hace, el ayuntamiento les cobra a los usuarios 1.000 € por vivienda y al mismo tempo utiliza subvenciones de la Diputación, a cuál no comprueba si esas obras ya fueron financiadas previamente por el vecindario.
“El balance de cuentas de estas obras va merecedor de ser estudiado, pues los pocos saneamientos que hizo en el rural fueron en barrios donde las obras eran relativamente sencillas de llevar a cabo y donde previamente garantizador que va a recaudar una cierta cantidad del vecindario, solicitando las subvenciones a continuación. Creemos que la ciudadanía tiene derecho a saber cuál es la aportación que hace el ayuntamiento la estas obras, si es que hace alguna, o se saca incluso beneficio, como intentó en el servicio de conciliación.”, finalizó Xosé Ferreiro.
