Quiroga acogió en el día de ayer su Muestra del Aceite. La muestra más atípica de estos 21 años que lleva celebrándose. Las condiciones y normas sanitarias no impidieron su celebración pero sí marcaron su desarrollo. Altas temperaturas y más visitantes del que en un principio se preveía debido a la situación epidemiológica, hicieron que los olivicultores se habían mostrado más que satisfechos con las ventas alcanzadas.
El alcalde de Quiroga, Julio Alvarez, también se mostró contento por el desarrollo de esta muestra, la “más etnográfica, tradicional y cultural que permitió disfrutar de un producto único y singular como es el aceite de Quiroga, de manera excepcional”.
La Directora General de Desarrollo Rural y de AGADER, Inés Santé Rivera, que acudía por primera vez la esta muestra, afirmó que el aceite de Quiroga “encaja perfectamente en la línea estratégica de la Consellería de Medio Rural de poner en valor a calidad de nuestros productos”. Destacó no solo la “calidad del aceite a la que contribuye el uso de las variedades autónomas Mansa y Brava, sino su contribución a un uso sostenible de nuestro territorio y de los recursos naturales”.
Los asistentes a esta Fiesta de Interés Turístico pudieron, un año más, disfrutar de la puesta en funcionamiento del molino de aceite tradicional, adquirir el aceite de oliva virgen extra que se produce en Quiroga y otros productos típicos y mismo comer en el recinto ferial, pero todo supeditado a unas normas de control de personas en todo el recinto ferial.
Para facilitar que los asistentes habían podido ver la elaboración del aceite tradicional, además de verse en vivo en el molino – en esta ocasión con la limitación de aforo que obligó la que las visitas fueran más cortas para permitir la entrada de todos los que esperaban-, en la Capilla de las Farrapas (a un lado del molino) se proyectó un vídeo elaborado especialmente sobre este proceso. La intención de esta proyección era que todos los asistentes pudieran ver el proceso de elaboración completo.
El recinto ferial estuvo abierto desde las once y media de la mañana hasta las dos del mediodía. Aunque el acceso era libre, para poder acceder al recinto de la muestra y al molino se podía concertar cita previa, lo que daba preferencia de entrada, puesto que el aforo máximo en el recinto ferial estaba acotado a 200 personas.
Aceite de Quiroga
La producción del aceite de Quiroga se concentra sobre todo en el valle de Quiroga, aunque también se extiende por ciertos sectores de los valles que discurren paralelos al río Quiroga hasta que desemboca en el Sil. El producto destaca por la intensidad de su sabor a oliva -especialmente cuando aumenta la proporción de variedades locales- y por los aromas que van desde la hierba acabada de cortar o la manzana -en el caso de las variedades autóctonas- a las almendras y otros frutos secos y maduros, la medida que aumentan las variedades secundarias. En cuanto al color, se sitúa en el rango de los amarillos que tiran hacia el verde al inicio de la campaña y hacia el amarillo dorado con el paso del tiempo.
De esta vez, el evento volvió a tener lugar a un lado de un molino de aceite tradicional, en el que se ofrecieron demostraciones de molienda durante toda la jornada. Cabe señalar que a comienzos del siglo a producción de aceite de Quiroga estaba cifrada en los 9.000 litros pero con el paso de los años aumentó tanto el número de plantaciones como de litros producidos.
