La Diputación aprueba una declaración institucional por el 25N
La Xunta de Portavoces de la Diputación de Lugo aprobó en una reunión convocada para este jueves por el presidente, José Tomé Roca, una Declaración Institucional con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en la que los tres grupos representados en la Corporación -PSdeG, BNG y PPdeG- condenan la violencia machista. El documento acordado será ratificado por el Pleno el próximo martes.
En la declaración, la Diputación reafirma su compromiso con la erradicación de la violencia de género y que la lucha contra esta injusticia “debe ser un compromiso constante e incansable en las sociedades democráticas”. Asimismo, hace hincapié en que esta violencia es un problema estructural que afecta a mujeres y niñas independientemente de fronteras, culturas o condiciones sociales. En ese sentido, la Diputación de Lugo lamenta las cifras alarmantes de víctimas mortales y denuncia las múltiples formas de violencia –económica, vicaria, digital y la trata– que permanecen silenciadas. Por eso, reafirma su compromiso con la igualdad y con la erradicación de esta lacra, señalando la especial vulnerabilidad de las mujeres en el ámbito rural y la necesidad de apoyo específico para estas comunidades.
La declaración celebra la reciente Directiva 2024/1385 de la UE como un paso fundamental para combatir la violencia de género, instando a su pronta transposición al ordenamiento jurídico español. Demanda la colaboración de todas las administraciones para fortalecer los servicios de atención y mejorar la formación de los profesionales que trabajan con las víctimas. Reitera que la respuesta debe ser integral, multidisciplinar y centrada en proteger a las mujeres, garantizando que la responsabilidad recaiga en quien ejerce la violencia, nunca en quien la sufre.
DECLARACIÓN INSTITUCIONAL
En las sociedades verdaderamente democráticas, no cabe acomodarse a la injusticia. La lucha contra ella tiene que desarrollarse día a día, de manera constante, con la misma energía que la primera vez, con el mismo deseo de que cada paso sirva para erradicarla definitivamente. Por eso cada 25 de noviembre, cuando conmemoramos el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, tenemos que hacer el desde esa voluntad de no conformarse. Porque no se trata de anotar una fecha en la agenda, sino de trabajar para borrar una lacra de la realidad.
Por eso hoy, y el resto de los días del año, tenemos que ser conscientes de que la violencia que sufren las mujeres y niñas por el mero hecho de sello sigue siendo un problema estructural que atraviesa fronteras y culturas. Una violencia transversal que trasciende cualquier variante sociológica de edad, situación económica, estudios o lugar de residencia. Desde el año 2003, 1.284 mujeres perdieron la vida en España por este motivo, 71 de ellas en Galicia, 9 en nuestra provincia de Lugo. A esta tragedia debemos sumar las innumerables violencias cotidianas que permanecen muchas veces invisibles y silenciadas: la violencia económica que priva a las mujeres de su independencia; la violencia vicaria, donde los hijos y hijas son utilizados como instrumentos de sufrimiento; la violencia digital, que se manifiesta en amenazas, acoso y chantaje en el entorno virtual; y la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual, una de las formas más crueles de esclavitud contemporánea.
Desde la Diputación de Lugo queremos reafirmar nuestro compromiso con la lucha por la igualdad y con la erradicación de la violencia contra las mujeres. Una tarea que corresponde a toda la sociedad como parte de un esfuerzo colectivo para transformar las estructuras que perpetúan el machismo y la desigualdad. Una tarea en la que los ayuntamientos pequeños, de ámbito rural, precisan toda la cooperación posible del resto de las administraciones del Estado. Porque se es cierto que la violencia contra las mujeres es transversal, la respuesta a la misma tense que adaptar a la especificidad del medio en el que se desarrolla. Y la situación de las mujeres en el rural, con menos acceso a servicios públicos, con mayor peso de las estructuras tradicionales, con menos centros de información o puestos de las fuerzas y cuerpos de seguridad, incrementa los factores de riesgo.
No conjunto del mundo, las fuerzas contrarias a la democracia actúan siempre recortando los derechos de las mujeres. Por eso, este año, celebramos un avance crucial en el ámbito europeo: la Directiva 2024/1385 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 14 de mayo de 2024, sobre la lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica. Es una norma que marca un hito en la protección de los derechos de las mujeres, estableciendo medidas para combatir la violencia de género y garantizar el acceso a la justicia y la protección de las víctimas. Deber a los Estados miembros a adoptar medidas que fortalezcan los servicios de apoyo, aseguren una adecuada respuesta penitenciaria mediante la tipificación de nuevos delitos -como, por ejemplo, el ciberacoso- y que promuevan la cooperación transfronteriza, garantizando que ninguna mujer quede desprotegida por las fronteras internacionales.
Por este motivo, instamos al Gobierno de España a proceder lo antes posible a la transposición de esta directiva al ordenamiento jurídico y normativo nacional, con el fin de garantizar que las víctimas de violencia de género reciban toda la atención y protección necesarias, de acuerdo con los estándares europeos. Asimismo, instamos a todas las administraciones competentes a redoblar esfuerzos en la formación continua de los profesionales que intervienen en la atención a las víctimas, con el fin de garantizar una respuesta especializada y de calidad que cubra todas sus necesidades desde un enfoque integral y multidisciplinar. Que garantice que reciben no solo justicia y atención, sino el aliento que la sociedad les debe. Porque ya es tiempo de que la vergüenza caiga sobre quien ejerce la violencia, y no sobre quien la sufre.