BDS Galiza inicia protestas en Viveiro para reclamar el compromiso ético del Resurrection Fest
El movimiento BDS Galiza dio inicio este miércoles, frente a la entrada del Resurrection Fest en Viveiro, a una campaña pública de denuncia contra la promotora Bring the Noise, organizadora del festival, por su falta de respuesta a las demandas éticas del movimiento de Boicot, Desinversiones y Sanciones a Israel. La rueda de prensa tuvo lugar a las puertas del recinto y sirvió para anunciar concentraciones pacíficas diarias a las ocho de la tarde durante los días del evento musical.
Según explicaron desde BDS Galiza, la promotora —propiedad del conglomerado Superstruct, controlado a su vez por el fondo de inversión estadounidense KKR— fue contactada en repetidas ocasiones en las últimas semanas para mantener un diálogo abierto y adoptar medidas concretas que garanticen que los festivales gallegos no colaboren con la ocupación y el apartheid israelíes. La empresa, denuncian, no respondió.
En un contexto internacional en el que el Tribunal Internacional de Justicia ha advertido del riesgo de genocidio en Gaza, el colectivo exige que Bring the Noise y los festivales que organiza —entre ellos, el Son do Camiño, el Morriña Fest, el Caudal Fest y el Resurrection— cumplan con los “cuatro mínimos éticos” impulsados por el movimiento BDS y la PACBI, la campaña palestina para el boicot cultural a Israel.
Desde BDS insisten en que no están llamando, por ahora, al boicot oficial del Resurrection Fest, y que no pretenden atacar al festival ni a su público, sino centrar la atención en la responsabilidad empresarial de KKR. “No estamos aquí contra la música ni contra quienes vienen a disfrutarla, sino contra la complicidad de quien financia el apartheid”, afirmaron.
Entre las acciones previstas en los próximos días están la distribución de materiales informativos y nuevas movilizaciones en las calles de Viveiro. La campaña en Galicia forma parte de una ofensiva internacional que, según BDS, ya ha obligado a múltiples festivales europeos como el Sónar, Viña Rock o el Mighty Hopla de Londres a desvincularse de KKR.
BDS recuerda que el fondo estadounidense es accionista de Superstruct, propietaria de más de 80 festivales en el mundo. La estrategia del movimiento palestino se basa en ejercer presión desde abajo para aislar internacionalmente a Israel también en el ámbito cultural. “La música no puede sonar por encima de los gritos de quienes sufren un genocidio en Palestina”, subrayaron.
Pese al silencio de la promotora, algunas bandas ya han mostrado su apoyo a las reivindicaciones palestinas. Ocho grupos participantes en el Resurrection —como Angelus Apátrida, Ezpalak o Moura— anunciaron públicamente su rechazo a la implicación de KKR, y varios cancelaron directamente sus actuaciones.
BDS Galiza celebra estos gestos y destaca que más de 40 artistas y formaciones gallegas, como Dakidarría, Bala, High Paw o Kaixo, ya se han sumado al llamamiento para que los festivales en Galicia cumplan con los cuatro compromisos éticos: desvincularse de KKR, aplicar políticas de programación responsable, seguir las directrices del boicot económico y cultural palestino, y colaborar con artistas y organizaciones solidarias con la causa palestina.
Desde el colectivo señalan también que la presión ya obligó a KKR a anunciar que no cobrará dividendos de los festivales. Sin embargo, advierten de que los beneficios reales para el fondo están en la futura venta de Superstruct, y que por ello las protestas seguirán activas mientras se mantengan los vínculos con la ocupación israelí.