Educación fija límites horarios pero deja sin concretar la bajada de ratios, critica la CIG-Ensino

El Ministerio de Educación presentó este martes al grupo de trabajo con sindicatos, entre ellos la CIG-Ensino, el primer borrador del Anteproyecto de Ley sobre condiciones de trabajo docentes. El documento recoge la fijación de un tope horario semanal y un plan general de reducción de ratios, aún sin calendario definido.
La CIG-Ensino celebró que por fin se concrete un límite legal al horario lectivo —23 horas en Infantil, Primaria y Educación Especial, y 18 horas en el resto de enseñanzas— pero advirtió que la aplicación no se prevé hasta septiembre de 2026. La secretaria nacional, Laura Arroxo, subrayó que la Xunta podría recuperar ya las 21 horas máximas previas a los recortes de 2011 e implantar las 18 horas en el resto de enseñanzas sin esperar al Estado.
El sindicato también criticó que se incluya una excepcionalidad que permitiría llegar a las 21 horas en determinadas comunidades, lo que podría neutralizar en la práctica la recuperación de las 18 horas.
En cuanto a las ratios, el Ministerio presentó un documento de trabajo basado en cuatro líneas de actuación, con especial atención al alumnado con Necesidades Educativas Especiales (NEE) y a centros con mayor vulnerabilidad socioeconómica. Sin embargo, la CIG-Ensino censuró que no se tenga en cuenta al alumnado con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo (NEAE) y reclamó atender también la realidad de la escuela rural gallega.
El plan ministerial prevé que las reducciones de ratios comiencen en el curso 2026-27, algo insuficiente para el sindicato, que reclama su aplicación inmediata en Galicia. También demandó avanzar en la desburocratización del trabajo docente y advirtió contra las estadísticas oficiales sobre ratios medias, que considera poco rigurosas.
El Ministerio recibirá propuestas sindicales la próxima semana y convocó una nueva reunión el 9 de octubre, situando el horizonte definitivo de estas medidas en el final de la legislatura, en 2027.