El BNG reclama al Gobierno del PP un plan para erradicar las contenciones mecánicas como práctica terapéutica
La diputada del BNG Iria Carreira urgió este miércoles al Gobierno del PP a poner en marcha un Plan gallego de Erradicación de las contenciones mecánicas como práctica terapéutica, una medida desaconsejada por las organizaciones que velan por los derechos de las pacientes, especialmente en el ámbito de la salud mental, al provocar daños físicos y mentales a corto, medio y largo plazo.
Durante una pregunta en la comisión parlamentaria de Sanidade, Carreira recordó que el Movimiento Galego de Saúde Mental elaboró un documento marco con propuestas para avanzar hacia el objetivo de “contención cero”, un trabajo que —según indicó— el BNG vuelve a poner sobre la mesa ante la necesidad de que la Xunta actúe de forma inmediata.
La parlamentaria señaló que, aunque no existe una normativa específica que regule el uso de las contenciones mecánicas, sí hay recomendaciones claras para su erradicación por parte de organismos como el Comité de Ministros del Consejo de Europa, el Comité Europeo para la Prevención de la Tortura y la propia Ley de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia de 2021.
Carreira defendió que es posible acabar con esta práctica en Galicia, como ya se ha hecho en lugares como Pensilvania, Andalucía, Cataluña, Suiza o Italia, donde se redujo la contención prácticamente a cero e incluso se acreditaron centros libres de estas medidas. Sin embargo, advirtió de que para avanzar es imprescindible conocer la realidad existente, algo que —denunció— impide el Gobierno de Alfonso Rueda al negarse a facilitar los datos sobre las contenciones practicadas tanto en centros dependientes de la Xunta como en centros privados con financiación pública.
La diputada recriminó al Ejecutivo gallego haber ignorado las recomendaciones del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura del Defensor del Pueblo tras su visita en 2021 al hospital psiquiátrico de Conxo, así como las constataciones realizadas en 2024 en el centro privado de La Robleda, donde se detectaron contenciones indebidas mantenidas durante semanas.
Asimismo, criticó que desde el Sergas se afirme que “se está avanzando” en este ámbito cuando, según indicó, las contenciones siguen aplicándose no solo en centros psiquiátricos, sino también en urgencias hospitalarias, plantas de hospitalización, residencias de mayores y centros de menores.
“Si queremos avanzar hacia la contención cero, el mínimo imprescindible es cero”, afirmó Carreira, quien acusó a la Xunta de no adoptar medidas para garantizar los derechos humanos básicos de las personas con problemas de salud mental. “Ver a una persona atada a una cama no es una escena de ficción, es una realidad diaria”, concluyó.