El BNG reclama apoyo a la industria gallega ante la guerra comercial de EE.UU.
El diputado del BNG en el Congreso, Néstor Rego, advirtió este martes de las graves consecuencias económicas que pueden derivarse para sectores estratégicos de la economía gallega —como el conservero, pesquero, vitivinícola, metalúrgico, de maquinaria o farmacéutico— tras los aranceles impuestos por la administración estadounidense. Rego calificó la situación como una “guerra comercial promovida por los oligarcas de la administración americana” en el marco de lo que definió como “un imperio en decadencia”.
Durante su intervención en la comparecencia del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, Rego señaló que estas medidas arancelarias son una expresión de la crisis del modelo neoliberal globalizado y de la emergencia de un nuevo mundo multipolar. “Lo preocupante no es tanto la existencia de aranceles, sino su aplicación arbitraria, que desestabiliza las relaciones comerciales y perjudica sectores fundamentales de nuestra economía”, indicó.
El BNG exige al Gobierno central medidas de apoyo directo a los sectores afectados, condicionadas al mantenimiento del empleo y a la no deslocalización. Rego insistió en que “estas ayudas deben basarse en criterios de equidad y responder a la relevancia estratégica de cada sector”.
Asimismo, advirtió contra el uso de esta situación como excusa para reactivar tratados comerciales como el acuerdo UE-Mercosur, que considera “lesivos para Galicia y los países del sur global”. Rego defendió también un modelo económico sostenible basado en el fortalecimiento de los sectores productivos propios y en la diversificación de los mercados exteriores, apostando por estrechar lazos con la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP).
Finalmente, Rego cuestionó la firmeza de la Unión Europea ante la política comercial de EE.UU. y criticó la reciente decisión del Gobierno español de aprobar un crédito de más de 2.000 millones de euros para comprar armamento a empresas estadounidenses.
“Es fundamental evitar que los costes de una nueva crisis provocada por los poderosos recaigan sobre los pueblos y las clases trabajadoras”, concluyó.