El Parlamento rechaza regular las plantas de biometano pese al apoyo que recibieron en el pleno de Lugo

El BNG denuncia que el Parlamento de Galicia haya rechazado la propuesta que buscaba establecer una regulación clara para la implantación de plantas de biometano, incluyendo distancias mínimas respecto a los núcleos habitados.
La iniciativa solo contó con el apoyo del propio grupo nacionalista, mientras que el PSOE optó por la abstención y el PP votó en contra, a pesar de haber respaldado una propuesta similar en el pleno del Ayuntamiento de Lugo el pasado 29 de mayo.
Durante su intervención en la Cámara, la diputada del BNG, Montserrat Valcárcel, puso como ejemplo el caso de la planta proyectada en Coeses, recordando que los vecinos llevan más de un año movilizándose para exigir a la Xunta la paralización del proyecto. “La Xunta le da un trato preferente al declararlo estratégico, mientras la ciudadanía ve comprometida su calidad de vida sin amparo legal”, criticó Valcárcel, quien subrayó que “no se trata de una cuestión teórica, sino de una realidad que afecta a personas concretas”.
La sesión contó con la presencia de representantes vecinales, acompañados por el teniente de alcalde de Lugo, Rubén Arroxo, y otros ediles del BNG, que arremetieron contra la “falta de coherencia” de los grupos parlamentarios. “El mismo PSOE y el mismo PP que en el Ayuntamiento de Lugo apoyaron alejar estas plantas de las viviendas, hoy le dieron la espalda a la ciudadanía en el Parlamento”, reprochó Arroxo.
En el debate, Valcárcel acusó al PP de actuar con “falta de seriedad”, centrando el discurso en cuestiones ajenas a la problemática real y evitando abordar el vacío normativo existente en Galicia. “Aquí venimos a regular proyectos industriales que afectan a la salud de la gente, pero ustedes no aportan soluciones”, señaló, recordando que comunidades como Castilla y León, también gobernada por el PP, ya han establecido distancias mínimas y limitaciones para estas instalaciones.
La diputada nacionalista reclamó medidas concretas como fijar un mínimo de 3.000 metros entre las plantas y los núcleos habitados, regular el tamaño de las instalaciones y controlar la gestión de los residuos. “El PP rechaza todo esto sin base científica alguna. Lo único que pedimos es seriedad, porque esto no es un juego: está en juego la salud de la gente”, concluyó.
INTERVENCIÓN DEL PARTIDO POPULAR
El portavoz de Medio Ambiente del Grupo Popular en el Parlamento de Galicia, Gonzalo Trenor, reclamó la creación de un marco normativo estatal específico y de una planificación energética que favorezca la implantación de instalaciones de biogás, con el fin de aprovechar el potencial de Galicia en este ámbito. Trenor también hizo un llamamiento a los ayuntamientos para que cumplan con sus propias normativas y ordenanzas que regulan las actividades molestas o contaminantes.
El diputado popular criticó que, según sus palabras, el BNG “una vez más se haya quedado totalmente aislado en la defensa de una de sus iniciativas demagógicas”, acusándolo de preocuparse más por atacar a la Xunta que por proponer soluciones o asumir las competencias que corresponden a cada administración, como ocurre en el caso de las plantas de biogás.
Trenor aseguró que la Xunta de Galicia, pese a que actualmente no existe una normativa específica para este tipo de proyectos, analiza siempre las afecciones a la población, la salud pública, el medio ambiente o el transporte de residuos en cada tramitación ambiental, como se evidenció —dijo— en el proceso relativo a la planta de biogás prevista en la parroquia lucense de Coeses.
El portavoz del PP subrayó la necesidad de garantizar un equilibrio entre el desarrollo de esta energía renovable y la protección del entorno natural y la salud, y remarcó que la falta de una planificación clara y una legislación estatal adecuada está provocando el desaprovechamiento del potencial de España como tercer país productor de biogás en Europa, solo por detrás de Alemania y Francia.