La ola incendiaria devasta la provincia de Ourense con más de 87.200 hectáreas arrasadas según datos de la Xunta

El fuego continúa extendiéndose por la provincia de Ourense y, según el último balance provisional de la Consellería do Medio Rural, este miércoles permanecen activos siete incendios y otros cinco están estabilizados, superando ya las 82.200 hectáreas arrasadas.
La Situación 2 se mantiene en todo el territorio, lo que implica mayor rapidez en la movilización de medios de la comunidad, del Estado y de la Unidad Militar de Emergencias (UME). El operativo trabaja reforzado, pero los frentes son tantos y tan virulentos que resulta imposible mantenerlos bajo control.
El mayor incendio en superficie se localiza en Larouco, en la parroquia de Seadur. Declarado el miércoles 13, ha devastado unas 30.000 hectáreas, siendo el mayor de la historia de Galicia, y se ha propagado a municipios como Quiroga, O Barco de Valdeorras, O Bolo, Carballeda de Valdeorras, A Rúa, Petín, Rubiá, A Veiga y Vilamartín de Valdeorras.
Otro de los fuegos más devastadores es el que une los incendios de Chandrexa de Queixa (Requeixo y Parafita) y Vilariño de Conso-Mormentelos, iniciados los días 8, 12 y 14 de agosto. Todos acabaron por unirse en un único gran frente que ya ha calcinado unas 19.000 hectáreas, extendiéndose también a Manzaneda, Montederramo, A Pobra de Trives, O Bolo y Laza.
Otro de los incendios más virulentos comenzó el martes 12 en Oímbra, en la parroquia de A Granxa, y se unió con el que se había iniciado días antes, el 9 de agosto, en Xinzo de Limia, en la zona de Gudín. El fuego avanza sin control y ya ha calcinado alrededor de 17.000 hectáreas, extendiéndose a los términos municipales de Monterrei, Cualedro, Verín, Laza, Trasmiras, Castrelo do Val y Baltar.
En tan solo unas pocas semanas, la provincia registra los tres mayores incendios de la historia de la comunidad desde que hay registros, superando con creces el del Courel de 2022, que arrasó 11.500 hectáreas.
En A Mezquita, el incendio declarado en la parroquia de A Esculqueira el martes 12 arrasa unas 10.000 hectáreas, afectando igualmente a los municipios de A Gudiña y Viana do Bolo e incluso traspasando la frontera hacia la provincia de Zamora.
Vilardevós se ha convertido en otro de los puntos críticos. En la parroquia de Moialde se reactivó el jueves 14 un incendio que había comenzado el lunes 11 y que afecta a unas 600 hectáreas.
También siguen ardiendo los montes de Carballeda de Avia y Beade. Los incendios iniciados en Vilar de Condes y en As Regadas el pasado viernes acabaron uniéndose en un único fuego que permanece activo y que afecta a unas 4.000 hectáreas repartidas también entre los municipios de Avión, Melón, Leiro y Ribadavia.
Además, un nuevo incendio en Carballeda de Valdeorras, en la parroquia de Casaio, afecta ya a unas 2.600 hectáreas tras entrar desde Castilla y León. El foco amenaza al Teixadal, uno de los bosques más antiguos de Galicia, y arrasa una gran superficie de la Pena Trevinca.
A estos frentes activos se suman otros cinco que lograron ser estabilizados. En Maceda, los incendios de Castro de Escuadro y Santiso se unieron en un único frente que ya no avanza, tras calcinar unas 3.500 hectáreas y afectar también al municipio de Vilar de Barrio. En Vilardevós, el fuego de Vilar de Cervos está estabilizado tras arrasar unas 900 hectáreas, y el de Fumaces y A Trepa quedó estabilizado con un balance de 100 hectáreas. En Riós se estabilizó el incendio de Trasestrada, que quemó 20 hectáreas, mientras que en Montederramo, en la parroquia de Paredes, el fuego permanece estabilizado tras afectar unas 120 hectáreas.
Además, a estos datos hay que sumar los dos focos ya extinguidos, como el de Rante, en San Cibrao das Viñas, con un balance final de 40 hectáreas arrasadas, o el de Seixalbo, extinguido el pasado 15 de agosto, que afectó a una superficie de 107,79 hectáreas.
Las conexiones ferroviarias entre Galicia y Madrid se retomaron en la tarde de este miércoles, cuando estaban a punto de cumplir una semana sin servicio.