La SD Sarriana cumplió el sueño del ascenso a Segunda RFEF en una tarde inolvidable en A Ribela, donde derrotó al Club Atlético Pulpileño por 3-2 en la prórroga, en el partido de vuelta de la tercera eliminatoria. El encuentro, disputado en pleno corazón de las fiestas patronales de Sarria, se vivió con una pasión desbordante por parte de la afición, que llenó las gradas del estadio y convirtió la jornada en un auténtico espectáculo colectivo.
Maxi Levrand, Keko Vilariño y Azael García fueron los autores de los goles que hicieron posible una remontada que quedará para siempre en la memoria de la villa. A Ribela vibró con las acciones de un equipo que se mantuvo firme hasta el final y que supo aprovechar el apoyo de su gente para culminar una temporada histórica. Al finalizar, la celebración se extendió por las calles de Sarria, con un pueblo entero entregado a la alegría de un éxito deportivo de gran trascendencia para la comarca.
El ascenso supone también un salto competitivo importante: en la nueva temporada se enfrentará a conjuntos gallegos como la UD Ourense, el Fabril, el Coruxo o el Bergantiños, y a históricos del fútbol español como el Numancia, el Langreo o el Real Ávila.
El técnico José Antonio Rodríguez, que asumió el mando del equipo en febrero tras la marcha de Guillermo Oriol luego de una derrota ante el Vilalonga en A Ribela, mantuvo siempre un discurso prudente, centrado en el trabajo del día a día. “El pensamiento del equipo debe ser querer hacer buenos partidos y centrarnos en el corto plazo”, repetía Rodríguez, una filosofía que terminó dando sus frutos con el título y el ascenso a Segunda RFEF.
Así, cree que fue fundamental ir marcándose pequeños objetivos, porque así fueron consiguiendo pequeñas metas, como entrar en el playoff y luego lograrlo. “Después, quisimos superar esa primera eliminatoria contra el Rácing Vilalbés y, a continuación, fuimos a por la segunda, sabiendo que eran equipos de mucho nivel y que nos lo iban a poner muy difícil”. Así, continuaron hasta llegar al enfrentamiento contra un equipo de ámbito nacional: “Era o la 2ª RFEF o haberlo intentado, pero siempre paso a paso, una forma de actuar acertada, ya que después de la liga regular fueron seis semanas más en las que podía pasar cualquier cosa, podíamos quedarnos fuera en cada etapa”, explica el entrenador.
Para Rodríguez, “hicimos partidos muy buenos, dándole importancia a cada momento dentro de cada partido, y también supimos sufrir en los momentos en que los rivales tuvieron el suyo, ya que al ser partidos igualados es inevitable que en algún momento estés más exigido o superado, y creo que demostramos una fortaleza como equipo que nos permitió llegar a las eliminatorias”, sostuvo.
Finalmente, quiso poner en valor al conjunto de jugadores, destacando que “el mayor patrimonio que tiene la Sarriana es ese grupo de jugadores” y considera que “fue un lujo trabajar con ellos, por lo que seguro que cualquier entrenador que pueda estar en mi lugar valorará que es una pasada ver a chavales tan jóvenes con tanta hambre”. Así, concluyó expresando que se sintió “genial y encantado” de trabajar en la Sarriana, poniendo “siempre lo mejor de mí, lo que creo que también ellos valoran”.
VALORACIÓN DEL PRESIDENTE DE LA SD SARRIANA
Manuel Sangil, presidente de la SD Sarriana, mostró su satisfacción tras consumarse el histórico ascenso del club a Segunda RFEF. “Fue una promoción larga y emocionante. Ahora estamos, como es lógico, cansados, porque la temporada fue dura, muy larga, pero se consiguió el objetivo”, reconoció. Sangil destacó también el ambiente vivido en A Ribela durante el encuentro decisivo: “Lo que se vivió fue espectacular. A Ribela estaba a rebosar y el ambiente fue inmejorable. Me acordaba de cuando el campo era de hierba natural y venían el Deportivo o el Celta en pretemporada, que se llenaba, pero esto no tiene comparación. Nunca vimos algo así de lleno e increíble”.