Lugo se convierte en la primera ciudad gallega en participar en un estudio piloto sobre accesibilidad

El teniente de alcalde del Ayuntamiento de Lugo, Rubén Arroxo, acompañado por Pablo González, del Colegio de Arquitectos Técnicos de A Coruña, Javier Núñez, del de Lugo, Antonio Arias, de Pontevedra, y José Grandío, del Consello Galego de Accesibilidade, presentó este jueves un estudio de accesibilidad realizado en las instalaciones públicas de Galicia. Arroxo explicó que se trata de una iniciativa propuesta por el Colegio de Arquitectos Técnicos y señaló que “estamos orgullosos de que Lugo haya sido la primera parada de este plan piloto”.
La Tenencia de Alcaldía recibió recientemente los resultados del análisis de 22 edificios municipales, en los que se recogen las deficiencias detectadas y las posibles soluciones, “muchas veces cuestiones muy pequeñas y fácilmente realizables que nos permiten seguir mejorando la accesibilidad de los edificios públicos”, indicó Arroxo, quien añadió que “la accesibilidad es algo en lo que siempre hay que estar trabajando; ahora contamos con una hoja de ruta bien definida por donde podemos seguir avanzando”.
El Consello Galego de Accesibilidade llevó a cabo en Lugo la primera experiencia de este tipo gracias a la colaboración de la Tenencia de Alcaldía, que facilitó el acceso del personal técnico a las instalaciones municipales para auditarlas desde el punto de vista de la accesibilidad. Con los datos recogidos se creó un sistema de catalogación por etiquetas que permite clasificar los edificios según su grado de accesibilidad.
La etiqueta blanca, que representa la accesibilidad universal completa, no fue obtenida por ninguno de los edificios analizados, aunque el informe señala que con pequeñas modificaciones podrían acercarse a esa calificación. La etiqueta verde, que indica un alto nivel de accesibilidad, fue otorgada al auditorio Fuxan os Ventos y a la Piscina Municipal de Frigsa, espacios que permiten un uso mayoritariamente autónomo y disponen de itinerarios accesibles, ascensores, aseos adaptados y plazas de aparcamiento reservadas.
Con etiqueta amarilla aparecen edificios que presentan algunas carencias, como la falta de rampas, ascensores o aseos accesibles. Entre ellos están el Centro de Servicios Municipales, el Vello Cárcere, la Casa Consistorial, el Museo Provincial, la Plaza de Abastos, el centro social Uxío Novoneyra, el Auditorio Gustavo Freire, el Centro Social A Milagrosa, el Centro de Convivencia de Fingoi, la Casa das Linguas María Balteira, el Centro de Dinamización Social Lamas de Prado, la Casa da Xuventude y la Piscina Municipal das Pedreiras.
Por último, la etiqueta roja agrupa los espacios que no cumplen los mínimos requisitos de accesibilidad, especialmente en el acceso principal y los itinerarios interiores. En esta categoría se encuentran la Oficina Municipal de Turismo, la Casa dos Mosaicos, Porta Miñá, el Centro Arqueológico de San Roque, el Cementerio Municipal y los centros de convivencia Maruja Mallo y Sagrado Corazón.
Pablo González, técnico participante en el estudio y usuario de silla de ruedas, destacó que “Lugo es una ciudad bastante cómoda, que obviamente siempre tiene puntos de mejora, pero nos llevamos una grata impresión por el momento”.
El Consello Galego de Accesibilidade continuará ahora auditando otras ciudades gallegas, como Pontevedra y Vigo, y anunció que en próximas fases el objetivo será crear una aplicación que permita a las personas con movilidad reducida conocer de antemano el nivel de accesibilidad de los diferentes edificios.