Miles de personas se unieron para exigir el freno definitivo a los proyectos de Altri y de la mina de Touro-O Pino
Miles de personas volvieron a colapsar este domingo el centro de Santiago de Compostela en una movilización convocada por la Plataforma Ulloa Viva, la Plataforma en Defensa de la Ría de Arousa y la Plataforma Vecinal contra la Mina de Touro-O Pino. La protesta, la segunda gran manifestación nacional contra Altri, consiguió llenar de nuevo la plaza del Obradoiro 19 meses después del inicio de las movilizaciones, con una asistencia que las organizaciones convocantes cifraron en torno a 80.000 personas.
En la cabecera de la manifestación, las portavoces de las tres plataformas reclamaron ante los medios de comunicación el “cierre definitivo” por parte de la Xunta de Galicia de la tramitación de los dos proyectos declarados estratégicos, el de la planta de Altri en Palas de Rei y el de la reapertura de la mina de Touro-O Pino. La portavoz de Ulloa Viva, Marta Gontá, aseguró que “volvemos a Santiago con la misma determinación y con el mismo objetivo que el año pasado: que Altri no se instale en nuestra tierra”.
Gontá explicó que los motivos de la protesta “son sencillos y de sentido común” y afirmó que la ciudadanía quiere “mantener la calidad de vida que tenemos”. Criticó que el proyecto de Altri-Smarttia, propietaria del 95% de Greenalia, supondría “8.754 kilos de gases contaminantes al día que enfermarían a la población”, recordando que existen informes del Consello da Cultura Galega que avalan estas advertencias. Añadió que la macrocelulosa implicaría también “la contaminación del Ulla con un vertido de 60 toneladas de sulfatos al día, expropiación de tierras y regalar ingentes cantidades de agua dulce y de tierra fértil a una industria que arrancará las raíces de nuestros montes mientras un desierto verde de monocultivo nos arrasa”.
La portavoz de Ulloa Viva advirtió de que estos proyectos buscan “quitarles los bienes y recursos a nuestros hijos para entregárselos a una empresa privada que solo busca beneficios” y dejó claro que “Altri no se va a instalar en nuestra tierra, la defenderemos al precio que sea”. Además, señaló directamente a la Xunta de Galicia como responsable del conflicto, afirmando que “los responsables del sufrimiento de la población y de la escala que tome este conflicto están en la Xunta”. En este sentido, apuntó a Alfonso Rueda, María Jesús Lorenzana y Ánxeles Vázquez, asegurando que “son responsables de nuestro sufrimiento y no están cumpliendo con su obligación de mirar por los intereses de la ciudadanía”, por lo que los instó a “dejar el cargo a otros miembros del PP que sean capaces de hacerlo”.
Por su parte, Greenfiber respondió a las movilizaciones con un comunicado en el que lamenta “que una parte de la sociedad siga teniendo una percepción negativa del proyecto que hemos diseñado para Palas de Rei”. La empresa destacó que la iniciativa acaba de recibir el sello STEP otorgado por la Comisión Europea, un reconocimiento reservado a proyectos industriales que contribuyen de forma destacada a los objetivos estratégicos de la Unión Europea en los ámbitos industrial, tecnológico y medioambiental. Según señala, la Agencia Ejecutiva Europea de Clima, Infraestructuras y Medio Ambiente valoró positivamente todos los aspectos del proyecto GAMA, destacando como “sobresaliente” su capacidad para evitar emisiones de gases de efecto invernadero y calificando como “notables” su grado de innovación, madurez y eficiencia de costes.
Greenfiber asegura que este reconocimiento “refrenda lo que hemos dicho siempre: que GAMA es un proyecto serio, riguroso, sostenible e innovador”, destinado a dar respuesta a la necesidad del sector textil de contar con fibras cien por cien biodegradables y a contribuir a la puesta en valor del monte gallego. La compañía afirma que seguirá explicando el proyecto a los colectivos interesados y trabajando para que Galicia sea “la alternativa de Europa a las fibras textiles sintéticas”.