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La CIG denuncia el “abandono” del transporte escolar en Guitiriz y Baamonde

Por 25 Maio, 2021Sin comentarios

La CIG denuncia que las trabajadoras del servicio de acompañantes de la empresa XG833 Gomez de Castro SANA, Luber SL, Autocares Carreira del grupo Monbús, que realizan el servicio de transporte escolar para el colegio de Guitiriz y Baamonde e Instituto de Guitiriz, “llevan desde lo cambio de la concesión totalmente abandonadas”.

Este servicio, para los colegios de Guitiriz y Baamonde era prestado anteriormente por la empresa Autos Molinos. Con el cambio de concesión, desde enero de 2021, afirman que el servicio incluye una mayor jornada de trabajo, por el servicio de acompañamiento al IES de Guitiriz (Poeta Díaz Castro).

“La actual concesionaria, Monbús, lejos de asumir el servicio y regularizar la jornada que realmente presta el personal y dotarlos de los EPI’ s correspondiente, les hizo propuesta a parte del personal afectado para que había firmado contratos que no recogen la jornada real, nen garantiza la formación y dotación de equipos de protección para este personal”, explica.

Aseguran que desde la empresa no se le garantiza el registro horario al personal, no se les facilita nen mascariñas, nen guantes, nen los chalecos de alta visibilidad que son preceptivos en el desarrollo de esta actividad en las vías de circulación.

“Parece lamentable que las empresas concesionarias y la Xunta, principal responsable de que las empresas garanticen la prestación de servicios adecuadamente, no hayan prestado atención a una situación que se está prolongando desde comienzos de año durante todo 2º y 3º trimestre del curso escolar, después de superar un año en plena pandemia del Covid-19. Es increíble que ni la Xunta ni Monbús, no garanticen la personal y usuarios a protección necesaria”, dicen.

Desde la CIG hacen un llamamiento a todos los entes implicados (Junta, Inspección de Trabajo, Ayuntamiento) para que se tomen cartas en el asunto, “se garanticen los derechos laborales y la seguridad de las personas trabajadoras y usuarias. No es casualidad que este personal, mayoritariamente mujeres, estén totalmente dejadas de la protección contra la precariedad, lo que claramente supone una discriminación y refuerza la sensación de que estas compañeras, por el mero hecho de ser mujeres, no tienen la misma protección que el resto del personal de movimiento”, concluyen.