Skip to main content

Por Luisa Aguado

¿Que es la envidia? Se puede decir que es querer tener lo que el otro posee o creer que el otro no se merece lo que tiene y/o desearle fracaso…La envidia es un mal mayor originaria de los defectos que acosan al ser humano. Recordemos a Caín y Abel en la Biblia o Dante Alighieri en sus famosos pecados capitales, pero ya centrándonos en España grandes escritores se han referido a ella. Cervantes con su obra El Quijote, en sus consejos a Sancho la llama “Raíz de infinitos males y carcoma de las virtudes”. Para Francisco de Quevedo es un pecado especialmente inútil y que no da satisfacción alguna “Muerde y no come”.

Ya centrándonos en el aquí y ahora, considero que la envidia anula y empobrece a un país humana, social y espiritualmente. Hoy en día estos males mayores se van haciendo grandes en las sociedades del mundo. La envidia crea una infelicidad continua y una negación de si mismo y del otro. Y mi pregunta es esta ¿Por qué no eres capaz de celebrar el triunfo de un ajeno?,¿Por qué no te alegras del avance, del premio, del pago a esa lucha que tu compañero, amigo o vecino ha merecido?.

Cuando alguien triunfa se suele escuchar: “Bueno…ya sabes como llego ahí, ya te lo imaginas” o “Amiguismo, tú ya sabes” o “Comprando a alguien se llega rápido…” y veinte mil insinuaciones mas de todo tipo que no vamos a reproducir aquí. Es verdad que en algunos casos, se puede dar de este modo no lo vamos a negar, pero lo que no podemos es ser tan viles de despreciar al que triunfa, a ese que finalmente ha llegado a la cima.  El triunfo es el elixir, y el triunfador es aquel orfebre que se entrega día y noche a esa pieza final que tanto sudor y malos sueños le trajo.

Yo sé que tú te sientes menos al ver a un triunfador. Piensas que quizá eras merecedor antes que ella o él y te preguntas porque a ti no te toco esa suerte. A veces no podemos comprender el tratado oculto de todos los hechos del comportamiento humano, todos los factores que influyen en una respuesta de la vida, en una situación. Pero piensa que quizás desconoces detalles del asunto y de la vida personal y profesional de esa persona. Desconoces sus sueños, sus noches en vela, sus deseos de mejorar y prosperar. Quizás desconozcas que aposto todo a la única baraja y ganó. ¿Esto te fastidia?, Tú puedes hacerlo, apuesta tu a la única baraja. ¡Hazlo! Gana o pierde. ¿Te sientes preparado?, es duro, eh. ¿Hay miedo? Probablemente… Entonces prefieres seguir viviendo, sobreviviendo de manera mediocre, sin sobresaltos, con tu pequeño sueldo, teniendo tu horario fijo (ni una hora más, por supuesto) y yendo a tomar tu copa y tu cafecito todos los días, sin momentos inciertos, sin desgaste personal, sin pensar en mejorar. Está bien no hay problema, existen muchas personas que no quieren sobresaltos en la vida, solo sobrevivir o vivir cómodamente, sin incertidumbres rodeados de seguridad. Pero por supuesto tu ya has escogido tu objetivo, entonces deja mejorar al otro, déjalo crecer, deja que exprese su creatividad, su talento y su mundo a través de su anhelo. No ensucies el éxito del otro con miradas absurdas, con desprecios, con malos modos, con críticas punzantes. ¡Déjalo en paz!, deja vivir al que triunfa, admite que el disfrute de su éxito, de su poder, de su dinero, de sus amistades, de sus bienes, de sus amigos. Acéptalo de una vez, porque ya hace mucho tiempo que tú has escogido, tuviste la opción y decidiste permanecer estático, no emprender, que nadie te moleste. Decidiste el sofá de tu casa y la pantalla de televisión en vez de noches en vela o momentos inciertos. No ensucies el triunfo del otro con tus malas miradas y malos deseos. Ahora solo puedes callar. Regresa pues a tu pantalla de televisión y a tu silencio. 

Articulo bajxo R. P. Intelectual da autora