La Semana Santa de Viveiro, declarada de Interés Turístico Internacional en 2013, se adaptará a la situación sanitaria con nuevas propuestas.
Por Claudia López
Se hay una festividad religiosa que caracterice A Mariña en general y a Viveiro en particular esa es la Semana Santa. Las procesiones que recorren las calles de la villa lucense son consideradas referentes a nivel autonómico y destacan también entre los pasos del norte del país gracias a su valor artístico y emocional. La antigüedad de esta celebración católica remontara al siglo XIII, lo que a convenirte en un de los festejos más antiguos y con más tradición de Galicia. Tanta es la trascendencia de la Semana Santa de Viveiro que en el 1988 fue reconocida fiesta de Interés Turístico Nacional y, en el año 2013, se declaró de Interés Turístico Internacional.
Hace más de ocho siglos a las órdenes de los franciscanos y dominicos se asentaron en la villa mariñana para divulgar la Pasión de Cristo a los habitantes viveirenses y comenzar el camino diestra gran tradición.
Las asociaciones encargadas de la organización de la Semana Santa son las Cofradías, que fueron creciendo y mudando con el paso de la historia. La Venerable orden Tercera Franciscana y más la Venerable Cofradía de él Santísimo Rosario fueron las primeras organizaciones responsables de los actos de la festividad católica de Viveiro. Siglos después se fueron sumando más cofradías para seguir mejorando y enriqueciendo los actos de dicha conmemoración. En 1944 fundara la Cofradía del Santísimo Cristo de la Piedad, de la que con el paso del tiempo salieron tres Hermandades: la del Prendemento, la de las Siete Palabras y la de mujeres de la Santa Cruz. En la actualidad se suman la cofradía de la Compasión y la del Nazareno de los de Fuera en la implicación de las antiguas celebraciones.
Tradicionalmente, después del Pregón de la Semana Santa y los Veía Crucis, se daba comienzo a los principales actos el Jueves Santo con la procesión de la Última Cena. En la media noche se acogía las procesiones de la Compasión y del Prendemento. En la siguiente mañana, la del Viernes Santo, las calles de Viveiro se llenaban para percibir el calor de la procesión del Encuentro, donde hacen presencia el Cristo que cae y los pasos de la Dolorosa Sano Juan y la Verónica. La tarde del viernes celebrara el Desenclavo y la procesión del Santo Entierro, el paso más elegante de todos, con portadores con vestiduras negras y altos capuchóns. A La media noche dase lugar a procesión de la Pasión, donde participan las cofradías de las Siete Palabras y la de Santa Cruz, conformada íntegramente por mujeres. A La madrugada sale las calles también la procesión de la Soledad, con las tallas de la Virgen de la Soledad, San Xoán y de la Verónica.
La SEMANA SANTA EN 2021
Cada año miles de turistas suenen acercarse a Viveiro para poder disfrutar de la celebración de las Cofradías, sin embargo, la llegada de la Covid en el 2020 dejó a más no poder de feligreses y turistas sin poder emocionarse un año mas de las reconocidas procesiones desde la calle. La alternativa propuesta por la de la Xunta de Cofradías del pasado año fue a emitir por la red los tradicionales pasos, consiguiendo superar las 100.000 visualizaciones en sus redes sociales. En este nuevo año a incertidumbre sigue siendo un factor presente en la vida de todos y todas, pero como comenta el presidente de la Xunta de Cofradías, José Veiga, “la salud está por encima de todo” y este 2021 tampoco se llevarán a cabo las procesiones. “Hablamos con la alcaldesa y las salidas a la calle están descartadas, está #decido que no se harán eventos grandes con aglomeraciones de gente”, comenta Veiga. “Aunque estuviera permitido no lo me los haría, tal y como está la situación no pondríamos en riesgo a Viveiro”, añade. Dependiendo de cómo evolucionen la pandemia, se podrían llevar a cabo “alguna exposición o actos con aforo muy reducido”. Se volverá a apostar por el formato en línea “estamos recuperando imágenes que no se emitieron el año pasado para poder retransmitirlas y que la gente siga en contacto con la Semana Santa esos días” y, además, se intentará “incentivar los actos litúrgicos que ya cuentan con un aforo muy limitado”, apunta el presidente.
