El CEIP Xoán de Requeixo
“Indignados y discriminados”. Así dicen sentirse los padres y madres de los escolares del CEIP Xoán de Requeixo, de Chantada, después de que la Xunta modificara los horarios de dos de las líneas de transporte escolar del centro como respuesta a sus demandas.
El Anpa del colegio chantadino viene solicitando, desde el pasado mes de septiembre, el cambio en los horarios del transporte escolar. En aquel momento, ya iniciado el curso, el colegio pasaba a jornada continua, aduciendo motivos relacionados con la prevención de la covid-19. Cambiaba entonces el horario del colegio, pero no el de los buses que devuelven a los niños y niñas a sus casas. Esto supone que los niños que viven en la localidad de Chantada pueden irse para sus casas a las 14.30 h -o a las 15.15 horas, una vez finalizado el servicio de comedor-, pero los que tienen que hacer uso del transporte, se ven obligados a esperar por los buses hasta las 16.00 horas en los patios exteriores del centro. El Anpa nunca compartió estas diferencias y empezaron las reclamaciones.
“Consideramos que existe una discriminación hacia los niños, que siguen obligados a permanecer casi una hora más que sus compañeros en el centro, por el simple hecho de vivir en núcleos rurales”, denuncian los representantes de los padres y madres.
Después de cinco meses luchando por una solución, la Xunta les notificaba el pasado martes el cambio inmediato en el horario de dos líneas, la de Basán Pequeño y la de San Lucas. Son dos, de las ocho que funcionan en el CEIP Xoán de Requeixo. “La resolución llega tarde, mal y a rastras. Conceder el cambio de horario de tan sólo dos rutas nos parece insuficiente y totalmente impropio de una escuela pública”, lamentan desde el Anpa.
NUEVA RECLAMACIÓN
La asociación de madres y padres presentó este miércoles otro escrito, en este caso ante la Jefatura Territorial de Educación, solicitando nuevamente el cambio en el horario de todas las líneas. “Sentimos incredulidad por la incapacidad de la administración educativa para solucionar un problema que ella misma creó”, reconocen.
Los miembros del Anpa esperan una nueva respuesta que, al fin, acabe con la “desigualdad de oportunidades” de los niños y niñas por el simple hecho de vivir en el rural. Aun así, cansados de la situación, muchos progenitores optan ya por recoger personalmente a sus hijos al final de la jornada escolar.
