La parroquia de Gundivós, en Sober, podría acoger un Museo de oficios perdidos. Ese al menos es el proyecto en el que trabaja el pintor y escultor Modesto Trigo, natural del municipio, que de este modo quiere acercar a su ayuntamiento parte de su obra pictórica, como también trabajos de otros artistas.
Pero la idea de Modesto Trigo va más allá de esa parte artística, y pretende convertirse también “en un espacio de referencia” para rescatar oficios perdidos o casi perdidos, como puede ser lo de cantero. Los cuadros que formen parte de las exposiciones explicarán la tradición histórica y con ellos animará a recuperar esas profesiones como una forma de asentar población en el rural.
El artista prevé acondicionar también un taller en el que poder trabajar las temporadas que esté en Sober, así como buscar diferentes espacios colaboradores en los que pueda exponer su obra, relacionada directamente con el rural de la zona y de toda la Ribeira Sacra.
Como él mismo explica, “se trata de poder pintar ahí y trabajar en el concepto de aldea global desde el lugar en el que nací. De esa manera el trabajo que se haga servirá como resonancia de Gundivós y de Sober”.
Modesto Trigo reconoce que se trata de un proyecto “ambicioso” que reúne arte, ciencia y sostenibilidad, “no es solo exponer arte, sino hacerle ver a la gente que en el rural también hay posibilidades”, asegura.
El pintor, natural de Gundivós, está afincado en Madrid y su obra pictórica recorrió exposiciones por todo el mundo. En la actualidad prepara una exposición en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid titulada ‘Arte y Ciencia’.
Autorretrato del pintor Modesto Trigo
