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El Club Fluvial de Lugo denuncia “irregularidades” en la selección de piragüistas para los Juegos de Tokio

Por 9 Marzo, 2021Sin comentarios

El piragüista del Club Fluvial, Cristian Toro

El Club Fluvial de Lugo puso en entredicho el proceso de selección del K1 200 y el K4 500 de categoría masculina para los Juegos Olímpicos de Tokio, y así se lo transmitió en una carta formal al presidente de la Federación Española de Piragüismo, Pedro Pablo Barrios.

El presidente de la entidad lucense, Tito Valledor, denuncia en su misiva “posibles irregularidades en el proceso de selección” y reclama un proceso “más limpio, igualitario y transparente posible” para que España esté representada en Japón  “por la mejor embarcación posible”.

El club lucense sostiene que actúa en defensa legítima de su deportista Cristian Toro ante la conducta “totalmente unilateral y absolutamente parcial o partidista por parte del entrenador Miguel García”. En este sentido, reclama que, “en aras de una selección objetiva y real, se vuelva al criterio de clasificación anterior, realizando pruebas en línea en la modalidad de K1 200 metros y 400 metros, siendo los cuatro mejores clasificados los que integren el K4”.

Según su versión, “el comportamiento del entrenador Miguel García y los hechos ocurridos el pasado fin de semana en el campo de regatas de Trasona (Asturias)” motivan este “paso al frente” que da el club lucense. “El punto de partida de los hechos que ahora denuncia el Club Fluvial tuvo lugar en la no conformidad con los criterios de selección, establecidos en el año 2019, tanto por parte del técnico como de los integrantes del K4 subcampeón del mundo ese mismo año: Saúl Craviotto, Carlos Arévalo, Marcus Cooper y Rodrigo Germade”, advierte.

Añade que “el propio entrenador llevaba a cabo una defensa de la embarcación que participó en el Campeonato del Mundo de 2019, sin tener en cuenta al resto de deportistas que estaban incluidos en el proceso de selección como son Cristian Isaac Toro y Carlos Garrote”.

Recuerda el Fluvial que el selectivo finalmente tuvo que interrumpirse por la situación sociosanitaria que afectó a todo el planeta en el año 2020. “En la temporada 2020-2021 se optó por que todos los seleccionados (6) formaran un solo grupo de entrenamiento para realizar las evaluaciones del K4 y entrenar juntos para favorecer la relación entre ellos. Todo para intentar formar la mejor embarcación K4 posible”, explica. Relata que “los criterios se adaptaron a la nueva situación y es, a partir de entonces, cuando viene a demostrar una actuación totalmente unilateral y absolutamente parcial o partidista por parte del entrenador Miguel García”.

LAS PRUEBAS DE SELECCIÓN

Asegura el Fluvial que “el propio entrenador fue quien convocó las pruebas sin preaviso y sin que la RFEP fuera la que realizara la convocatoria, dictando a su antojo unas normas y fechas sin ser esta su función, ni su responsabilidad”.

Afirma también que “las pruebas desarrolladas desde el jueves 4 al domingo 7 de marzo lanzan cifras que cualquier técnico especializado en la materia podría calificar como ‘sospechosas'”. “Después de los tests individuales de K1 200 metros del jueves llevaron a cabo las pruebas de la embarcación grupal sobre 500 metros. El viernes fue el turno de Saúl Craviotto, Carlos Garrote, Carlos Arévalo y Cristian Isaac Toro que marcaron un tiempo de 1:24. El sábado Saúl Craviotto, Marcus Cooper, Carlos Arévalo y Cristian Isaac Toro pararon el crono en 1:24.6”, dice. Según su versión, “es el domingo cuando la actuación del cuarteto que componen Saúl Craviotto, Carlos Arévalo, Marcus Cooper y Rodrigo Germade levanta todas las sospechas”. “Los actuales subcampeones del mundo en la distancia fijaron la marca en 1:20.08, lo que supone prácticamente 4 segundos de diferencia con respeto al K4 del día anterior y todo eso teniendo en cuenta que solo se modificó el cuarto integrante de la embarcación”, apunta.

Para el Fluvial de Lugo, “este detalle confirma las sospechas de que el K4 que compitió en el año 2019 en el Campeonato del Mundo de Hungría, y que en todo momento se opuso la cualquier proceso de selección en el que pudieran estar otros integrantes que no fueran esos, tenía que ser el seleccionado”.

Por todo ello, la entidad gallega decidió denunciarlo públicamente “no solo por defender los intereses” de Toro, “sino también por velar por los valores de limpieza, compañerismo y deportividad que deben reinar en esta disciplina y en toda selección justa a la vez que objetiva”.