Por Ana L. Cillero.
Después de las elecciones autonómicas de 12 de julio en Galicia, un chico de Abadín escribía el siguiente en sus redes sociales: “Desde que tenemos uso de la razón nos acostumbramos a escuchar términos como abandono del rural y emigración, normalizando así una posición que nos acostumbra a asociar el ajeno como superior”. Venía a reivindicar que el gobierno local había conseguido que el Ayuntamiento se convirtiera “en un núcleo para pasar un par de días y nada más, porque no nos ofrecen nada para quedarnos, solamente el afecto que tenemos y nos transmitieron por esta tierra”.
El autor de estas palabras es Antonio Cendán, que culminaba el texto destacando la idea de que los jóvenes de Abadín conseguirían darle vida al rural.
Tal fue el compromiso, que surgió la idea de crear una asociación juvenil, cultural y deportiva, que llevaría por nombre A Rumboia.
“Todo comenzó con el texto que escribí en redes, en representación del descontento que teníamos la juventud de Abadín, porque no se hacía ningún tipo de actividad para la gente nueva”, comienza explicando Antonio.
El nombre se lo deben a la canción homónima de la banda de música folk y tradicional gallega El Tiburón, de la cuál son seguidores. “Nosotros quisimos añadirle el artículo femenino delante porque en Abadín lo usamos mucho delante de los nombres propios”, dice Antonio. El logotipo querían que había sido divertido, con colores vivos y que fuera un reflejo del que quieren hacer.
A Rumboia toma como ejemplo a asociación de Mondoñedo, Xoldra, ya que algunos de los miembros fundadores son parte de ella puesto que se desplazaban hasta allí para realizar diversas actividades, como teatro. “Queremos hacer cosas muy parecidas pero también diferentes, adaptándola la donde vivimos”, señala.
Antonio siente tristeza de no tener ninguna propuesta de ocio de ningún tipo. “Nosotros lo que buscamos es tener una oferta que atraiga a la gente, no solo de trabajo”, comenta. Pone de ejemplo nuevamente a Mondoñedo, que “en estos últimos años está ofreciendo una oferta muy diversa y se nota en el ambiente que hay por las calles”.
Son seis miembros fundadores: Diego Barro, Iván Barro, Pablo Díaz, Iván Seco, Álvaro Regueira y Antonio Cendán, que asumirá el papel de presidente. Entre todos hicieron una lluvia de ideas para generar actividades, tanto a corto como a largo plazo. Estudiar en la universidad les limita mucho las posibilidades de realizar actividades por semana, pero les gustaría hacer “conciertos, teatro, recitales de poesía..”, que utilizarían para darle vida a los espacios de Abadín, como la feria de Gontán – donde en un principio se podrá situar su local social, aunque no es hizo – o el salón de actos del Ayuntamiento.
Las actividades no van a ir centradas solo en la juventud, pues la asociación baraja hacer diferentes clubes de lectura, uno para más pequeños y otros para adultos. Y tampoco les van “a cerrar a las puertas a nadie”, pues todo el mundo podrá asistir a ellas, aunque no sea de Abadín. Buscan lograr un “efecto llamada” con su asociación. De este modo,
también les gustaría colaborar con la asociación de Mondoñedo para, por ejemplo, llevar a cabo a carrera de aninovo, un año en Mondoñedo y otro en Abadín porque “tienen un entorno rural que permite hacer esas cosas”, como también rutas de senderismo.
Para formar parte de la asociación hay que ser menor de 30 años por ser juvenil. Habrá que pagar un importe por ser socio, pero referido a unas tasas anuales, pero serán para gastos de gestión”, aclara Antonio, y añade que el equipo de gobierno apoya su iniciativa, con el que les ayudará en algunas actividades, ya que más adelante también les gustaría hacer algunos campamentos para los más pequeños.
En su caso, “la inacción de las instituciones lleva consigo que a las pocas cosas que se hacen, asista muy poca gente y esto insta a hacer menos actos”, dice Antonio, pero también aclara que es resultado de una “mala publicidad y falta de comunicación con los vecinos”. Quieren ayudarle al Ayuntamiento a promocionar los eventos a través de las redes porque “es una forma fácil y rápida de atraer a la gente”.
Aunque la pandemia limita bastante la puesta en marcha de la asociación, que aún está en trámites burocráticos, cuentan que en este verán podan comenzar con alguna actividad porque hubo “mucho entusiasmo por parte de gente de todas las edades” porque consideraban que “hacía mucha falta”.
