Entre marzo 2020 y abril 2021 la Asociación Gallega de Custodia del Territorio, AGCT, desarrolló el proyecto Reservas Vivas con el que tratan de fomentar la custodia del territorio en las reservas de la biosfera Terras del Miño, Oscos-Eo y Terras de Burón, Ancares Lucenses y Montes de Cervantes, Navia y Becerreá y Ancares Leoneses. Es decir, de fomentar la participación social en la conservación de los valores naturales de las cuatro reservas de la biosfera en las que se desarrolla, usando como herramienta a custodia del territorio.
El proyecto contó con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico a través de la Fundación Biodiversidad.
En Reservas Vivas tienen como objetivos mejorar el conocimiento de la custodia del territorio como herramienta participativa de gestión sostenible entre los diferentes actores sociales de las Reservas de la Biosfera. Desarrollar y dar a conocer experiencias ejemplares de custodia del territorio en las reservas de la biosfera, explorar alianzas con diferentes actores sociales de relevancia, fortalecer el tercero sector ambiental en las reservas de la biosfera y explorar herramientas de movilidad de tierras a escala local que permitan el mantenimiento y la recuperación de tierras agrícolas de interés ambiental.
En Reservas Vivas, que comenzó el 1 de marzo de 2020 tuvieron que pelear desde lo principio con las dificultades generadas por la pandemia de la covid-19, adaptando y replanteando las actividades previstas para poder alcanzar los objetivos deseados en condiciones bien adversas.
El resultado final es más que satisfactorio: seis nuevos acuerdos de custodia en las cuatro reservas de la biosfera, con los que quieren contribuir a la conservación de bosques y prados seminaturales, un paisaje agrario de alto valor natural, además de ofrecer su apoyo a personas que luchan a diario por desarrollar su actividad económica de una manera respetuosa con el medio natural. Este proyecto ayudó a financiar acciones tan diversas como recuperar cancelas tradicionales en Ancares, reconstruir una “corripa o ouriceira” en Negueira de Muñiz, proteger prados seminaturales del valle de Ancares con cancelas y la plantación de robles y recuperación de muros tradicionales en Pol.
Además, Reservas Vivas permitió conocer mejor el tejido social de estas reservas de la biosfera y prospectar espacios en los que desarrollar nuevas iniciativas de custodia. Se celebró un curso de custodia para pequeñas entidades y diversas charlas y reuniones con propietarios y otros actores sociales del territorio. Esperamos que pronto podamos comunicar nuevos acuerdos en los que estamos trabajando.
