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Sarria

Entrevista. “El número de peregrinos cayó con la covid, pero hacer el Camino es seguro”

Por 4 Abril, 2021Abril 6th, 2021Sin comentarios

Jorge López delante del local de la asociación

La Semana Santa es el momento elegido por muchos peregrinos para emprender la ruta jacobea. Lo era al menos hasta la que la covid llegó para marcar nuestras vidas, echando por tierra celebraciones y costumbres pasadas. Una de las localidades jacobeas por excelencia es Sarria, donde se nota esa reducción en el ajetreo propio de estas fechas, y en un año Xacobeo.

La Asociación de Amigos del Camino de Sarria recibe y asesora a buena parte de esos peregrinos que llegan a la villa. Hablamos con su presidente, Jorge López, quien además acaba de diseñar un plano para promocionar la artesanía de la localidad con el ánimo de compensar la suspensión, por segundo año consecutivo, de la Feria de Artesanía en la antigua prisión.

Estamos en año Xacobeo, como está siendo la afluencia de peregrinos?

La verdad es que desde que comenzó la pandemia, se nota mucho cambio. El año pasado, durante la temporada alta, igual hubo un 80% menos de peregrinos que en años anteriores. Estos días parece que se está animando un poco más gente, pero no es ni la sombra de lo que era. De hecho, en un día como hoy de Semana Santa aquí podíamos sellar entre 200 y 300 credenciales, y ahora en el mejor de los casos estamos sellando alrededor de 40 o 50.

Hacer el Camino de Santiago es seguro?

Desde luego que es seguro. El Camino de Santiago lo hace mucha gente, pero también hay muchas plazas para hacer noche, entre albergues, pensiones, hoteles… Y para ir caminando puedes ir solo, no se forman esas aglomeraciones que serían peligrosas. Por la experiencia que tenemos en el local de la asociación, puedo decir además que la gente viene muy concienciada, con la mascarilla en todo momento, haciendo uso del gel, manteniendo las distancias…

Cuando nace la Asociación de Amigos do Camiño de Sarria?

La asociación nació en mayo del año 2007. La creamos una decena de personas, entre ellas su primer presidente que era Salvador Garrido, un peregrino de Málaga que había hecho el Camino 14 veces, y que por circunstancias vivió luego aquí unos años. Él había estado en la asociación del Camino en su ciudad y nosotros teníamos ganas de crear en la localidad algún colectivo de ese tipo así que, también gracias a su apoyo, nos animamos.

Cuál es la labor de la asociación?

La asociación se centra en atender al peregrino, en el sentido de sellar las credenciales, darles información, asesorarlos… Antes en Sarria contaban ya con la oficina municipal de turismo, pero nosotros hicimos algo más especializado en el Camino. Y, cosas de la vida, desde septiembre del año pasado la asociación ocupamos precisamente el local en el que estaba la oficina de turismo. El Ayuntamiento trasladó el punto de información turística y nos cedió a nosotros su antiguo local, en Vigo de Sarria. Aquí desarrollamos el trabajo durante todo los días del año, de 12.00 a 14.00 horas ahora en temporada baja. A partir de mayo, y hasta octubre más o menos, ampliamos el horario de atención. Además tenemos un teléfono en el que atendemos las consultas de los peregrinos en cualquier momento. Como curiosidad, decir también que vendemos las credenciales de la Asociación Protectora de Animales del Camino, con las que se obtiene la compostela canina.

En los últimos tiempos pusieron además en marcha su web…

Sí, tenemos la web caminosantiagosarria.es, y estamos también en las redes sociales. Desde que comenzó la pandemia nos están solicitando mucha, muchísima, información sobre todo en cuanto a lugares donde quedarse durante el Camino, porque con esta situación, y con muchos establecimientos aún cerrados, prefieren venir bajo reserva. Por eso, en la web creamos el apartado de ‘colaboradores’ con albergues, pensiones, hoteles, servicio de transporte de mochilas, taxis, tiendas… todos por el orden de las etapas del Camino. Pulsando en cualquiera de ellos, accedes directamente a la información del local y a su oferta, para hacer la reserva o lo que sea. De este modo, el peregrino contacta directamente con el servicio en cuestión, evitando los intermediarios que suponen siempre un sobrecosto. En la asociación somos conscientes de que el peregrino necesita información, y entendemos que se deben tratar como lo que son, personas, no viendo en ellos un negocio. En ese sentido, esta iniciativa está funcionando muy bien. Los colaboradores nos pagan una pequeña cantidad anual y cada vez tenemos más, porque el boca a boca va funcionando. Tenemos colaboradores desde Triacastela hasta Finisterre, de donde más tenemos es de Triacastela, Samos, Sarria y Portomarín.

La Asociación de Amigos del Camino de Sarria fue la creadora de la Feria de Artesanía?

Sí, fue al poco de crear la asociación. Nos gustaba mostrarles a los peregrinos el trabajo de artesanía que se hacía en la comarca, así que decidimos montar una exposición itinerante, con tres o cuatro artistas de la zona. Empezamos en Triacastela y luego fuimos a Samos, Sarria, Portomarín… mostrando el trabajo de esos artistas. Esto gustó y comenzamos a organizar una cita anual, en los meses de septiembre y octubre, de forma ya fija, en la antigua prisión de Sarria. El año pasado sería la edición decimotercera, pero ya no se pudo celebrar por la covid…

Cuantos artesanos participaban en la muestra?

La acogida de la muestra fue siempre muy buena. Como decía antes, empezamos con 3 o 4 artistas y llegamos a contar en los últimos años con la participación de entre 70 y 80 artesanos, que exponían unas 500 piezas. En el mes y medio que estaba abierta, la exposición recibía alrededor de 12.000 visitas. Como anécdota decir que en esta muestra solamente exponemos trabajos de artesanos de la comarca, pero hay una excepción. Desde hace cuatro años, acoge también la obra de un peregrino de California, también artesano, que después de visitar la muestra en su peregrinaje me dijo que él iba a realizar una obra del Camino y que quería exponerla allí con nosotros. Al año siguiente vino con su familia y nos donó una obra que representa a un peregrino al inicio de la ruta, a mediados y al final del trayecto. Lo cierto es que es una obra bien hermosa y sigue expuesta en la antigua prisión.

Este año, en el que no se prevé tampoco celebrar la muestra por la covid, buscaron otra alternativa para promocionar la artesanía de la comarca…

Sí, se me ocurrió aprovechar un callejero de Sarria, y marcar en él los puntos donde los artesanos del pueblo tienen puntos de exposición: los anticuarios, el lutier, un artesano que hace maquetas de monumentos de la zona, otro que hace esculturas con productos de reciclaje o mismo el Museo del Pan… Pensé que, al no poder hacer la exposición, podíamos sugerir esas visitas a los peregrinos, que suelen llegar a la localidad sobre el mediodía y tienen unas horas muertas por la tarde, que pueden aprovechar para hacer estas visitas. Es una forma de dar a conocer las cosas que se hacen en el pueblo, una promoción cultural.

La Asociación de Amigos del Camino de Sarria está hermanada con otras asociaciones de todo el mundo…

Sí, estamos hermanados con colectivos de Ávila, de Segovia, de Ucles, y también de Japón. Con la Asociación de amigos de la ruta de los templos de Shikoku tenemos un convenio para atender cada año a más de 100 peregrinos de sus universidades. En 2019 me invitaron precisamente a visitar el país japonés para hablarles del Camino. Estuve en la ciudad de Thakamatshu, visité unos 20 templos y din varias charlas. A los japoneses les apasiona el Camino, ellos peregrinan mucho más movidos por creencias religiosas. Una de las charlas, en una universidad, la programaron para un domingo por la mañana, pensé que no iba a asistir nadie, pero allí había unos 50 o 60 alumnos.

Como fue la experiencia?

Reconozco que iba con algo de miedo, pero resultó una experiencia inolvidable. Para mis conferencias, yo llevaba un vídeo explicando la ruta desde O Cebreiro a Santiago, haciendo especial hincapié en la comarca de Sarria. Los japoneses que hicieron el Camino de Santiago hablan con emoción de la zona, es una grande satisfacción. Al final de una de las charlas pasó algo muy curioso, cuando una joven japonesa se dirigió a mí hablando en gallego. Me preguntó si conocía Lugo, y me dijo que ella había estado allí en un intercambio universitario y que había sido la encargada de hacer la primera traducción al japonés de una guía turística de la ciudad, con especial atención a las celebraciones del Arde Lucus y el San Froilán. Fue una gran sorpresa, pero lo más increíble aun estaba por venir. Fue cuando un peregrino francés, equipado con el quimono japonés, me reconoció más tarde en un albergue. Me preguntó si era de Sarria, y me dijo que hacía un año yo le había sellado la credencial. De hecho, me la enseñó para demostrarme que era cierto. El mundo es un pañuelo,