Un proyecto pionero está estudiando el beneficio del cascote de loseta en el pie de las cepas para controlar la vegetación y para reducir la cantidad de agua que precisan. Ahorro de mano de obra en desbroces, en la aplicación de herbicidas o empleo de productos menos agresivos; así como cepas más nutridas y resistentes a las enfermedades relacionadas con la humedad ambiental – como el mildiu o el oidio – son los objetivos que se persiguen con este proyecto de Hidrofertilización en Viñedo del departamento de Ingeniería Agroforestal de la Universidad Politécnica de Lugo.
El proyecto de tres años de duración, según su responsable, Javier Cancela, está en la fase de coger impulso, puesto que forma parte de un plan conjunto que están llevando equipos de investigación de las universidades de Badajoz, Albacete y Valladolid. Cuentan además con el Instituto de Ciencias del Viño de Logroño, dependiente del CSIC, que se encarga de la determinación aromática de todas las uvas incluidas en el proyecto conjunto.
La colocación de cascotes de loseta en una viña de José García Mondelo, en la zona de la Carballeira, en julio del año 2019, fue el inicio del proyecto. A partir de eso ya sería el campus de Lugo lo que se encargaría de colocar ondas para poder medir la humedad del terreno cada diez días y estudiar como crece la vegetación y como salen las uvas de los racimos. El siguiente paso fue a instalar una estación meteorológica en la venía, que además de medir parámetros meteorológicos, presta atención a la humedad del suelo o, incluso, a la de las hojas de las cepas para lograr información más adecuada de cara a las dosis de riego.
En la jornada del pasado miércoles se trabajó en una nueva instalación de los tratamientos de riego que permita diferenciar las plantas de cada dosificación, puesto que hay zonas que se riegan todos los días, otras dos veces a la semana, otras una vez a la semana y otra que no se riega. Esta última es el denominado tratamiento control, puesto que permite comparar la evolución de las vides regadas con la que no recibe ningún tipo de tratamiento.
En próximos días se reforzará la capa de cascotes de loseta que en un primero momento se colocó con un grosor de unos diez cm. Se calcula que con el nuevo refuerzo a capa estará entre los quince y los veinte centímetros. El Campus lucense, dependiente de la Universidad de Santiago de Compostela, está estudiando también con el Clúster de la Pizarra puesto que no hay ningún otro estudio hecho hasta ahora por lo que se trata de un proyecto futuro.
Este análisis de la influencia de la loseta en el pe de las cepas para el control de las hierbas y para reducir la cantidad de agua de la tierra que se evapora directamente a la atmósfera podrá tener sus primeros resultados a finales de esta cosecha.
